Hubo un corto intercambio con el Alcalde de Cabra (y Jefe local del Movimiento).
En la hora que pasamos en la ciudad, después de salir de la sima, festejamos el éxito dando rienda suelta a nuestra consecuente alegría en el Bar "La Mezquita" de Cabra, con unas sobrias cervezas y una borrachera de camaradería que nos brindó Carlos Pérez-Aranda Córdoba, su dueño, y con él mantuvimos también correspondencia, acerca de la publicación de nuestro informe en la prensa local
Tuvimos la fortuna y la honra de atraer la atención de un poeta a causa de nuestra exploración. Don Juan Soca (1890-1970) nos recibió en su casa en la semana santa de 1968. Pero antes, la preparación de un artículo, que finalmente publicó en la revista Mundo Hispánico, llevó consigo un carteo considerable restringido a este tema, y que reproducimos en honor de la relación que mantuvimos durante aquel año con una persona especial que, aunque ajena a la actividad espeleológica que nos guiaba, sí era entendida en el cariño por su tierra y por el de la naturaleza que rodeaba a su ciudad, como lo habían sido muchos de los autores a cuyas obras nos acercó y como lo eran, en definitiva, mis colegas andaluces y lo fuí yo, tras muchos años de mezclarme con su paisaje.
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