| Todavía no pertenecíamos al Gulmont.
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| Nosotros no estábamos muy decididos a "apuntarnos", porque lo nuestro era ir por libre. José Ignacio y yo éramos amigos de las escapadas mañaneras, en domingos dominados por las competiciones deportivas o de atletismo, cuando los frailes que se empeñaban en limitar nuestro espacio vital por la frontera del canal, estaban volcados a animar a sus respectivos colegios y aflojaban el control.
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| En una de nuestras salidas, llegamos a la ermita de Linares donde habíamos localizado el orificio de una sima. |
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| Era una aventura nueva. Fue aquella la primera ocasión en que penetramos en una cavidad con la ayuda de una cuerda, la que hoy es conocida con el nombre de la SIMILLA DE LINARES. |
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Impresionante imagen, Pere.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, con tu permiso la incluyo en el informe de la cavidad. Con este dato, se confirma que la bandera que colocó Fernando III El Santo fue justo encima de la sima, donde vimos el orificio en la caliza (que es donde estaba el mástil).
¿Le pusisteis vosotros algún nombre a esa sima? Lo de "Similla de Linares" lo extraje de una topografía antigua del GEJAM de Córdoba.
Un saludo, y de nuevo gracias.
20 gener de 2014 12.11
ResponderEliminarMuy buenas, Abén.
Nosotros, por entonces, no teníamos la más mínima experiencia en
simas, y en la referente a cuevas se limitaba a la exploración de las
alcantarillas de la Laboral. De ahí nos vino la afición.
El anclaje de la foto es un dispositivo muy sofisticado para poder ser
obra nuestra. Más tarde forjamos nosotros nuestras clavijas de hierro
dulce, pero aún tardaríamos en dominar semejantes técnicas. Es
probable que ataramos la cuerda en algun saliente de roca o en algún
matorral. Después, eso fue lo usual.
Ese anclaje sería, seguramente, de alguno de los tirantes de la
bandera que, para mí, cumplía la función de señal topográfica. Puede
ser que estuviese colocada en el lugar donde tradicionalmente pudo
estar la bandera de las huestes de Fernando III, o la suya propia, si él
tuvo allí un lugar para el seguimiento de los asedios a Córdoba. De
todo eso (bandera y atalaya) me resuena vagamente algún recuerdo, pero
no tengo nada escrito, salvo esa carta que aún no he encontrado.
La inscripción en la roca, no la recuerdo. Ni soy capaz de leerla, en
la foto, salvo lo que podría ser "RODRIGO".
La topo que me mandas me parece un poco irreal. Primero: no tiene
escala ni referencia a la profundidad. La sima estaba francamente en
rampa (me parece bién lo que decís vosotros de unos 65 grados) y no
tan vertical como la pintan. Esa rampa podía tener un desarrollo de
unos diez u once metros, puesto que hasta ahí llegó nuestra cuerda.
Después venía un salto vertical de cerca de dos metros, en el que
tuvimos que aventurarnos, sin cuerda.
Seguiremos